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¿Es mejor el análisis discreto o el de flujo continuo?

Con tan amplia disponibilidad de analizadores discretos y de flujo continuo segmentado, la elección de la mejor técnica es una de las decisiones habituales a las que se enfrentan los responsables de los laboratorios. No obstante, hay variedad de factores que afectan a la elección del instrumento analítico más idóneo como son: carga de trabajo (muestras/hora), variedad de parámetros, métodos necesarios, espacio en bancada, disponibilidad de personal, etc. Tanto los sistemas de flujo discreto como los de flujo continuo ofrecen un análisis colorimétrico rápido y automatizado de múltiples muestras, por lo que la respuesta dependerá de cuales sean los requerimientos analíticos actuales y futuros del laboratorio.

Los analizadores discretos utilizan bandejas de muestras y cubetas de reacción discretas en las que tiene lugar la reacción colorimétrica. En cambio, los analizadores de flujo continuo segmentado emplean un flujo continuo de muestras y reactivos, separados por burbujas de aire dentro de los tubos y serpentines de mezcla. En general, los analizadores discretos son ideales cuando la automatización es una prioridad y/o cuando se necesite realizar muchos y variados análisis de muestras distintas. El análisis de flujo continuo segmentado es ideal cuando hay que analizar un número mayor de muestras para un número menor de parámetros. Sin embargo, ambas técnicas son flexibles, por lo que es importante recurrir al asesoramiento de un experto a la hora de elegir el analizador y que el instrumento esté configurado para satisfacer las necesidades precisas del laboratorio.

A la hora de elegir la técnica analítica más adecuada, es importante tener en cuenta tanto las necesidades actuales como las probables necesidades futuras del laboratorio.

Analizadores de flujo continuo segmentado

Basados en la tecnología original y probada del AutoAnalyzer Technicon/Bran+Luebbe, los analizadores de flujo continuo segmentado actuales ofrecen un análisis rápido y preciso para un alto número de muestras; el QuAAtro de SEAL, por ejemplo, puede realizar hasta 600 análisis por hora. Los analizadores de flujo continuo segmentado también están muy automatizados y, una vez configurado el analizador y cargados los reactivos y las muestras, el funcionamiento fiable sin supervisión es una de sus principales ventajas.

Un sistema básico de analizador de flujo continuo segmentado consta de un muestreador, una bomba peristáltica, una unidad analítica, un detector y un software de adquisición de datos AACE. La muestra y los reactivos se bombean de forma continua a través de la unidad analítica donde se introducen burbujas de aire a intervalos definidos con precisión, formando segmentos de reacción únicos, que se mezclan mediante bobinas de vidrio. Con los analizadores de flujo continuo segmentado, incluso las reacciones lentas se ejecutan hasta su finalización y la relación entre la muestra y los reactivos en el detector alcanza un valor máximo constante; la condición de estabilidad funcional.

Los analizadores de flujo continuo segmentado se han desarrollado para ejecutar pocos parámetros en un gran número de muestras. Los sistemas son utilizados por organizaciones marinas y de agua de mar y otras que trabajan con aguas con muy pocos nutrientes y por los sectores del tabaco, del suelo y de los fertilizantes en todo el mundo. Estos analizadores proporcionan una sensibilidad máxima, garantizan que la reacción química se completa, y presentan un auténtico sistema de detección digital de doble haz con medida de muestra y referencia en tiempo real que permite alcanzar la máxima reproducibilidad y los límites de detección más bajos.

Analizadores discretos

Para minimizar la participación del técnico, la mayoría de los analizadores discretos están altamente automatizados y son sencillos de configurar y poner en marcha, incluso funcionan desatendidos durante la noche. Un brazo de muestreo robótico trabaja conjuntamente con una jeringa accionada por un motor de pasos que se encarga de aspirar, dosificar y mezclar cantidades exactas y precisas de muestra y reactivo. Por ejemplo, los analizadores discretos SEAL AQ1 y AQ2 pueden realizar siete análisis químicos distintos de cada muestra en el mismo ciclo, y otros siete en otro ciclo. Estos instrumentos tienen tres estaciones de lavado independientes, incluyendo un lavador de sondas, por lo que la contaminación cruzada no es un problema. Esta función de lavado significa que incluso el amoniaco (utilizando fenato), el nitrato por reducción de cadmio (utilizando un tampón de cloruro de amonio) y el fenol de bajo nivel pueden funcionar juntos sin problemas. SEAL también ha incorporado una función de autodilución en los analizadores discretos para preparar los estándares de forma automática y controlar las muestras que sobrepasan el rango. Estos resultados de las muestras diluidas se ponen automáticamente entre paréntesis mediante sets de control de calidad.

La reproducibilidad y los límites de detección de los analizadores discretos pueden ser optimizados, garantizando que cada muestra se lea en la misma cubeta de vidrio óptico con una longitud de paso de 10 mm. La muestra se lee siempre en la misma posición frente al detector, lo que elimina cualquier problema potencial de arañazos o de variabilidad de las cubetas de reacción que puede encontrarse en los sistemas de lectura directa. Al ser el líquido el que se mueve y no la bandeja, el menor número de piezas móviles maximiza la fiabilidad. La mayoría de los analizadores discretos utilizan componentes miniaturizados para reducir el consumo de reactivos y los costes de los residuos: se pueden alcanzar de 20 a 400 µl de reactivo por muestra.